lunes, 15 de octubre de 2012

NO ES LO MISMO


NO ES LO MISMO
La distinción entre “legalidad “ y legitimidad” es una diferencia esencial en un Estado democrático de Derecho. La legalidad pertenece al orden del derecho  y sus normas generan obligación jurídica. La legitimidad forma parte del orden de la política (discrecionalidad dentro de la legalidad) y de la ética pública (fundamentación cognitiva de las normas y de las decisiones). Mientras que la legalidad genera obligación, la legitimidad genera responsabilidad (política o ética) y reconocimiento. Un poder legal es un poder que nace y se ejerce de acuerdo con las leyes. Lo contrario del poder legal es el poder arbitrario, ejercido al arbitrio del gobernante, basado en su voluntad y juicio personal sobre las situaciones o bien en su beneficio personal.
Una vez entendidos estos conceptos, supongo que es más fácil entender  porqué algunas personas nos revelamos ante situaciones que, sin ser puramente ilegales, si son en cambio absolutamente ilegítimas. La situación que se vive en Matillas es claramente de poder arbitrario e ilegítimo.
 Todos sabemos que Ignacio (mi cerebro me impide llamarle señor, lo lamento) es el alcalde de este municipio por elección en las urnas. Esto, por supuesto, es completamente legal. Pero si para ello recurres a… digamos “trucos” como empadronar a personas que ”ni están ni se las espera”, entregar directamente el sobre que ha de ser llevado a la urna (recordando al portador aquel favorcillo que se le hizo en el año 19…..), desprestigiar al contrincante calumniando su vida personal y familiar, y un largo etcétera que muchos conocéis mejor que yo, pues incluso algunos lo habéis aceptado / practicado / compartido, tendremos todos que reconocer que es completamente ilegítimo.
Mentir ante las Instituciones que te piden explicaciones sobre tu actuación, puede ser legal, tal vez, pero desde luego no es legítimo.
Mentir ante los medios de información para disfrazar aquello de lo que no te puedes sentir orgulloso, puede ser legal, pero no es legítimo.
Impedir el ejercicio de los derechos Constitucionales a uno, dos o diez ciudadanos porque no te bailan el agua,  se acabará entendiendo que no es legal, pero no hace falta demostrar que no es legítimo.
Denegar, atrasar, obstaculizar el derecho de los Concejales (elegidos también legalmente  en las urnas, no se nos olvide) a obtener información sobre el estado de la Corporación, así como de los temas que precisen para su actividad democrática, no sé si es legal o no, pero está claro que no es legítimo.
Denegar el uso de la palabra a los compañeros (aunque le pese) de la Corporación, podrá (si él lo cree) ser legal, pero no es legítimo.
Utilizar los bienes municipales en beneficio de sus intereses personales, creo que no es legal, pero no creo, sino afirmo que no es legítimo.
Mantener una actitud de absoluta hostilidad con las personas que comparten competencias en el desarrollo de la gestión del municipio, con el fin de que se aburran (como todos los que lo han intentado) de su actitud y le dejen “el camino libre”, es una artimaña legal, pero de lo más ilegítima.
Gobernar un municipio bajo la teoría de “aquí mando yo” y “este es mi cortijo”, dudo que sea legal, pero no me cabe duda alguna de que no es legítimo.
Tratar a tus “compañeros de equipo” como a auténticos “machacas”, en lugar de tenerlos el debido respeto y otorgarles la misma confianza que le han otorgado los electores, es legal, pero aparte de tremendamente inmoral, no es legítimo.
Difundir injurias a diestro y siniestro sobre las personas que no aceptan “ser domesticadas”, en lugar de debatir con ellas y mostrar argumentos, es legal, pero no es legítimo.
Utilizar a los hijos de los “no domesticados” para hacer daño a sus padres, es legal, pero aparte de ser un acto rastrero e imperdonable, no es legítimo.
Mantener el culo en un sillón, en actitud de inoperancia total durante casi 40 años, sin ninguna intención de hacer absolutamente nada por la mejoría de la calidad de vida de sus electores y dedicar el tiempo de gobierno únicamente a echar balones fuera, podrá ser legal, pero no es legítimo.
Abandonar y calumniar a los vecinos afectados por un problema ajeno a ellos, para adoptar una postura más conveniente a sus intereses, bien sean personales, sociales o de cualquier otro tipo, será legal, pero no es legítimo.
Obviar su obligación de ayuda en caso de catástrofe, porque los vecinos afectados no “juegan en su liga”, será legal, pero no es legítimo.

En resumen, gobernar poco o nada, y hacerlo  buscando su beneficio o el perjuicio de otros según por y para quién, podrá o no, según cada caso, ser legal, pero desde luego no es legítimo.
Si en Matillas se dedicara la cuarta parte del tiempo que se emplea en combatirnos a los ciudadanos no domesticados en hacer algo "de provecho", que decía mi abuela, tendríamos incluso un bulevar de los famosos como en Hollywod. 







2 comentarios:

  1. Muchisimas gracias mónica porque en el próximo pleno de tendilla voy a explicar exactamente lo mismo sigue luchando por hacer ver que no somos el enemigo sino, simplemente queremos unir lo legitimo con lo legal felicidades!

    ResponderEliminar
  2. Ufff miedo me da tu alcalde por lo que leo entre líneas... y me quejaba yo del mio.
    Madreeeeeeeeeeeeee

    ResponderEliminar